13 Dic Casita de cerraduras

En el post de hoy os enseño uno de los juguetes de mi hija de inspiración Montessori. Se trata de una casita de cerraduras.

Este tipo de material corresponde al área de vida práctica del niño y se puede utilizar a partir de los 18 meses aproximadamente. Cada tipo de cierre supone retos de distinta dificultad y se podría utilizar perfectamente hasta los tres años de edad.

Este material cumple varios objetivos:

• Fomenta la motricidad fina: ya que el pequeño tiene que realizar manipulaciones con cierta destreza para abrir las puertecillas con cada tipo de cerradura.
• Favorece la coordinación ojo-mano
• Contribuye a la independencia, ya que supone un entrenamiento para luego abrir y cerrar por si sólo puertas o recipientes de almacenaje
• Agudiza la capacidad de razonar sobre como abrir cada tipo de cierre
• Permite trabajar con los colores
• Tiene un efecto sorpresivo, ya que permite esconder cosas dentro de la caja y descubrirlas.

En mi infancia no asistí a una escuela Montessori, pero fuí criada durante varios años por mis abuelos al estilo Montessori. Recuerdo como mi abuelo me fabricó un material muy parecido a éste en el que me encantaba abrir cada cierre una y otra vez, no tenía fin….Y a día de hoy lo recuerdo como una sensación maravillosa y asombrosa, por eso pienso que es un buen material para el niño.

Hay muchas casitas de este tipo en el mercado, nosotros indagamos bastante hasta encontrar nuestro mejor proveedor y decidimos apostar por Kutuva. Como emprendedores nos encanta apoyar y poner nuestro granito de arena para que otros emprendedores continúen con sus proyectos, y ese es el caso de Kutuva, una tienda artesana que trabaja con muchísimo amor en cada pieza que hace. Detrás de Kutuva hay una familia muy implicada con la educación y los valores que persiguen las pedagogías alternativas.

Y todo eso se nota, porque sus piezas transmiten todo el mimo que ponen en ellas, cada detalle está cuidado al milímetro: acabados perfectos, madera natural, cerramientos de diferentes tipologías y llaves sujetadas con cuerdita natural, así como el asa también elaborada en cuerda, las puertecitas están pintadas con tintes no tóxicos. El resultado: una casa que hace las delicias de los más pequeños promoviendo su desarrollo a través del juego. Una genialidad!!!

Desde luego, comprobado queda que a mi hija Èlia la abstrae tanto o más como guardo en mis recuerdos de infancia.

Es una gozada verla trabajar y disfrutar con su casita, en la que también va guardando sus tesoros, los cuáles suponen una motivación adicional en la siguiente apertura. Y es que Montessori sólo hace que permitirnos disfrutar de la educación de nuestros hijos desde la observación serena y constante para poder acompañarlos de forma consciente en su aprendizajes y en el camino de la vida.

Os recuerdo las fechas de mis talleres presenciales Montessori en Lleida, en los que váis a poder ver muchas más ideas como esta.

Si os faltaban ideas para esta navidad aquí tenéis una y muy buena.

Espero que os guste.
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