Mamilatte | Medio año de vida: los mejores 6 meses que hubieramos imaginado jamás.
511
post-template-default,single,single-post,postid-511,single-format-standard,qode-lms-1.0,qode-social-login-1.0.1,woocommerce-no-js,tribe-no-js,ajax_fade,page_not_loaded,, vertical_menu_transparency vertical_menu_transparency_on,qode-title-hidden,qode_grid_1200,footer_responsive_adv,hide_top_bar_on_mobile_header,qode-content-sidebar-responsive,columns-4,qode-theme-ver-17.2,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-5.4.7,vc_responsive

Medio año de vida: los mejores 6 meses que hubieramos imaginado jamás.

Foto Vía
Nuestra pequeña ha cumplido medio
año de vida.
Han sido 6 meses cargados de emociones, en que
nos ha regalado vida, y qué vida…VIDA EN ESTADO PURO.
 Trabajo de parto, montaña rusa postparto, noches
en vela, relojes que adquieren una nueva dinámica, pañales cambiados y música llorona que se convierten en un plan perfecto
 e ideal para cualquier madre o padre tan
sólo por ver cómo crece su proyecto de manera exponencial. Una experiencia que
compensa con creces todo ese placentero esfuerzo.
Sin duda han sido los mejores 6
meses de nuestra vida, en lo que nuestra bebé nos ha enseñado tanto…
Hemos aprendido a valorar al
milímetro todos los detalles, estamos re-descubriendo el mundo y nuestros
sentidos: el abanico cromático se re-dibuja, las texturas se recomponen,  cada caricia, cada masaje, cada beso, cada
mirada, cada sonido, cada olor aparecen ahí de nuevo como si de la primera vez
se tratase…
Gracias pequeña Èlia por
enseñarnos lo bella que es la vida a tu lado. La vida cobra sentido, porque
cada gesto, cada instante contigo es VIDA EN SÍ MISMA.
A todas aquellas mamás que hace
poco que lo han sido y a aquellas que lo serán siempre, abrid los ojos, porque
delante vuestro esta vuestra mayor creación, aquella en la que no sólo crece  a tu lado, sino que te hace crecer como
persona y como madre.
A todas vosotras y vosotros.

Y en especial a ti Èlia por
regalarnos cada momento y ser nuestra constante inspiración y motor vital.
A veces es muy duro convertirse en madre.

Sí, vale la pena.
Sí, es la experiencia más poderosa que puede llegar a vivir unamujer.
Sí, nada te marca tanto como el momento en que sostienes por fin en brazos
al hijo que acaba de salir de ti, deliciosamente sucio, húmedo, caliente, y te
mira a los ojos como diciendo: te conozco.

Pero es duro.

Y no sólo se trata de la falta de sueño, de las secuelas del parto, de los
cuidados que demanda un recién nacido (¡tan pequeñito y tan exigente!), ni
siquiera del cóctel de hormonas que te deja turuleta hasta varias semanas
después. Tampoco la falta de experiencia y la incertidumbre acerca de si lo
estás haciendo bien o no, ni las propias dudas y comentarios de familiares bien
intencionados pero que no hacen sino disparar tu propia inseguridad, tu miedo.

Es bastante más que eso. Es la ruptura total y repentina con tu propia
identidad, con aquello que hasta el momento de parir te había definido: tus
proyectos, tus ambiciones, tu trabajo, tus amigos, tu cuerpo, y todo aquello
que llamabas tuyo. Tu tiempo. Tu vida.

Es mirarte al espejo mientras tu criaturita está prendada a tu pecho, y no
reconocerte.

¿En qué momento te convertiste en esta mujer ojerosa que no tiene un minuto ni
para darse una ducha? ¿Quién es ella? ¿Quién eres ahora?
Sigues siendo tú, sólo que una versión más grande de ti misma. Pero al
principio no lo sabes. Al principio no te encuentras. No hay nada que logre
vincular esta nueva vida tuya de cambios de pañal, tetadas a deshoras y
canciones de cuna, con aquella otra vida que parece tan remota, aquella en la
que ibas y venías a tu antojo, disponías de tu tiempo y te
pertenecías.

Porque, claro, todo tu ser es ahora para otro. Y ese otro se está alimentando
de ti, no sólo de tu leche, sino también de tus caricias, de tus canciones, de
tus palabras, de tu calor. Y el tiempo pasa, desde luego que pasa. Llegará el
momento en el que, sin darte cuenta casi, las tomas se acorten y las horas de
sueño nocturno se alarguen. Tu bebé aprenderá a sostener la cabeza, luego a
darse la vuelta, luego a gatear.
El día menos pensado te regalará una sonrisa y pensarás que
todo el esfuerzo ha sido poco. Un día te dirá mamá. Lo verás correr en el
parque, subirse solo al tobogán, jugar con otros niños, garabatear las primeras
letras que te mostrará orgulloso. Y por nada del mundo querrás cambiarte por esa otra que eras, y que tan poco sabía acerca del amor.

(Fuente: Vivian Watson Molina, Una Nueva Maternidad, Ed. Ob Stare)

Estamos expectantes y preparados para seguir viviendo intensamente los
siguientes meses a tu lado: GRACIASSSSSSSS!!!!!!
7 Comments
  • dolorss
    Posted at 20:51h, 10 diciembre Responder

    Quina família més feliç, felicitats!!!!!

  • Claire
    Posted at 21:18h, 10 diciembre Responder

    Qué familia tan bonita, Clara!! 🙂 Y Èlia flipada con la llama de la vela jajaja
    Gracias por compartir con todos tus sentimientos…
    … y enhorabuena^^

  • Vivi
    Posted at 20:09h, 11 diciembre Responder

    Felicidades a Elia y a los papis por esta super family!! besazos

  • Sheila
    Posted at 10:14h, 12 diciembre Responder

    Muchas felicidades familia!

  • Anónimo
    Posted at 16:34h, 12 diciembre Responder

    Es un gran plaer poder llegir els teus escrits! Un peto pels tres! Felicitats!
    Claudia

  • Anónimo
    Posted at 09:24h, 17 diciembre Responder

    M'has emocionat Clara, moltes felicitats! <3 Estel·la

  • Anónimo
    Posted at 13:28h, 27 octubre Responder

    Genial escrito! Es justo lo que estoy sintiendo desde hace tres meses con mi pequeño Joel, y esa ruptura desconcertante, ese desdoblamiento de personalidad, me ha traido un poco loca, pero ya no me concibo de ninguna otra manera
    Moltes felicitats per la petita Èlia!

Post A Reply to Vivi Cancel Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.